Pasión lectora
Aprendí a leer con apenas tres años, descifrando los titulares del diario ABC que mi padre solía comprar. Imitaba a mi hermano mayor, un chico tímido que amaba la lectura sobre todas las cosas. Un amor que me inculcó sin pretenderlo. Me acerqué a los libros con el instinto imitador de los humanos y ellos me abrieron los ojos al mundo. Ha llovido mucho desde entonces, pero los libros siempre han sido mis compañeros de viaje; no entendería la vida sin la lectura.
Julio Verne y Enid Blyton fueron los autores de mi infancia. La Vuelta al mundo en 80 días, Miguel Strogoff, el correo del zar, La isla misteriosa…y Los cinco, los maravillosos cinco de Blyton, llenaron mi cabeza de sueños y aventuras más o menos posibles para una chiquilla que apenas salía de casa. Por gustarme, hasta me gustaban los libros de texto. Mis lecturas juveniles dejaron de lado la aventura y me situaron ante una sociedad que se transformaba. Descubrí la poesía de Antonio Machado, García Lorca y Miguel Hernández; me acerqué a autores cono Hermann Hesse y Kafka. Leía, leía, leía, a todos y de todo. Y comencé a escribir, alguna poesía, un diario personal, alguna historieta corta… Poca cosa.
La vida y sus circunstancias me alejaron de la escritura, aunque no consiguieron apartarme de los libros. Arrinconé mi afán de escribir, pero la lectura siguió siendo mi compañera y amiga más fiel. Sigo leyendo de todo y a todos, aunque reconozco que soy más selectiva; no en vano acumulo más de cincuenta años de experiencia lectora. Yo, Claudio, de Robert Graves y Sinuhé, el egipcio, de Mika Waltari, son dos títulos que me impactaron; los he leído varias veces y me siguen pareciendo magníficos. Me gustan Vargas Llosa y García Márquez; Eduardo Mendoza, Lorenzo Silva y Vázquez Montalbán, también. No me olvido de Agatha Christie ni de Stephen King. De Almudena Grandes, Elvira Lindo o Dolores Redondo son algunas de mis últimas lecturas. Periodistas /escritores como Kapuscinski, Lee Anderson o Svetlana Alexievich se han unido a mi universo de lectora empedernida, un universo en continua expansión al que también se suman relatos y libros de compañeras y amigas como Elena Marqués y Montserrat Suáñez; quizás aún desconocidas, pero dotadas de un inmenso talento y talante escritor.
El apasionante, hermoso y vital hábito de lectura que adquirí de pequeña se ha transformado en una auténtica pasión, una pasión que intento trasmitir a todos los que me rodean.
Eloína Calvete García
Profesora, periodista y un poco escritora.
Profesora, periodista y un poco escritora.
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